Tanque autogiro Kámov: proyecto experimental soviético de tanque volador

 


Танк-автожир Камов - Tanque autogiro Kámov.

Proyecto experimental soviético de tanque volador.

Tanque volador autogio Kamov.
Fuente: Tanks rarities (el autor)

El Tanque autogiro de Kámov (Танк-автожир Камов) fue un prototipo experimental de tanque volador diseñado en la década de los años 30 del siglo XX por el ingeniero soviético I.N.Kamov. El proyecto fue cancelado por el cambio de intereses de las autoridades soviéticas en 1933.

Este vehículo está incluido dentro del concepto "tanque volador" que apareció a comienzos de década de los años treinta del siglo XX.  En ese momento, la Unión Soviética se encontraba en pleno proceso de modernización tecnológica y conceptual de sus fuerzas armadas. En consonancia, trató de seguir y adoptar las principales líneas de investigación en tecnología militar de su tiempo. 

Uno de los trabajos que tuvieron más trascendencia fueron las investigaciones del ingeniero norteamericano John Walter Christie en materia de sistemas de suspensión aplicados a carros de combate. El "sistema Christie" que permitía la fabricación de carros de combate rápidos y convertibles fue adoptado por los soviéticos en la producción de la serie de tanques BT

Pero J. Walter Christie fue más allá, no solo continuó aportando mejoras técnicas a sus diseños de vehículos blindados, sino que fue considerado el precursor del nuevo concepto "tanque volador", al concebir la posibilidad de que un tanque pudiera desplazarse o ser transportado por el aire. 
Imágenes publicadas  en prensa del empleo del tanque M1932.
Fuente: Topwar.ru
(https://topwar.ru/uploads/posts/2015-12/1449538259_kristi1.jpg)

En 1932 los periódicos norteamericanos se hicieron eco del nuevo desarrollo de Christie para un tanque alado (winged tank), pero la idea despertó un amplio escepticismo y rechazo. Este tipo de vehículo debería ser capaz de operar en la retaguardia enemiga aislado de sus propias tropas. Se construyó un prototipo que recibió la denominación M1932. Este contaba con un conjunto de alas en disposición biplano, cola y hélice propulsora conectada al motor del vehículo. También empleaba nuevos materiales de mayor ligereza como el duraluminio e integraba el arma principal en el casco para ahorrar la masa de la torre, llegando a alcanzar un peso totalmente equipado de 5 toneladas. 
Pero Christie no logró materializar su proyecto. Su principal problema estaba en la transmisión alternativa de la potencia del motor a las ruedas y a la hélice, cuyo tránsito no estaba completamente conseguido. 

Distintas vistas del conjunto "Flying tank" de Christie.
Fuente: secretprojects.co.uk
(https://www.secretprojects.co.uk/attachments/christie1-jpg.67985/)

El ejército estadounidense no manifestó interés por el proyecto de Christie motivado en parte por la carencia de fondos pero también por la suspicacia que se tenía a este ingeniero desde que conocieron sus contactos con la Unión Soviética.

Finalmente, y como no podía ser de otra manera, la idea de un carro de combate que pudiera desplazarse por el aire, resultó interesante para otros países, entre los que se encontraba la Unión Soviética. 

A inicios de la década de los años 30, los soviéticos estaban formando sus primeras unidades de fuerzas aerotransportadas y la idea de equipar a estas tropas con armas de apoyo como artillería y tanques se valoró notablemente ya que estas tropas iban a operar aisladas detrás de las líneas enemigas durante un período prolongado antes de recibir apoyo de sus propias fuerzas. 

Rápidamente los soviéticos pusieron a trabajar tres equipos en diferentes líneas de desarrollo. Los dos primeros estaban directamente influidos por las ideas de diseño de Christie y utilizaron el carro de combate rápido BT-2 como vehículo-tipo sobre el que basaron sus propuestas. 

Esquema del proyecto "Ratnik" de Rafaelyantsa y Nikjtin.
Fuente: 
Red Assault: Soviet Airborne Forces, 1930-1941
El primer grupo de trabajo presentó el proyecto de A.N. Rafaelyantsa y V.V. Nikjtin denominado "Ratnik". Consistía en un gran monoplano de 17,5 m de envergadura que transportaba un tanque suspendido entre las ruedas del tren de aterrizaje.
Proyecto de Hermon, Solovyov y Matsyuk de TSAGI, 1932.
Fuente: modelist-konstruktor.org
(https://modelist-konstruktor.com/img/8291/6.jpg)

El segundo grupo estaba formado por un colectivo de empleados del centro nacional de investigaciones científicas en aeronáutica, TsAGI (Центральный аэрогидродинамический институт имени профессора Н. Е. ЖуковскогоI - Tsentralnyi Aerogidrodinamicheskiy Institut imeni professora N. E. Zhukovskogo - Instituto Central de Aerohidrodinámica N. Y. Zhukovski ) : P.C. Hermon, A.I. Soloviev y V.I. Matsyuk. Su propuesta se basaba en el empleo de un planeador arrastrado por un aeroplano (un bombardeo pesado TB-3) para transportar un tanque. El planeador tenía una envergadura de 35,8 / 36 m. Tras aterrizar el carro de combate se desprendía de las alas y la cola y actuaba como un tanque convencional.
Proyecto de Helicóptero de tanque volador de Kamov. 1932.
Fuente: modelist-konstruktor.org
(https://modelist-konstruktor.com/img/8291/7.jpg)

El tercer grupo estaba encabezado por el diseñador de helicópteros y autogiros N.I. Kámov y presentó un proyecto más original al tratarse de un tanque que podía desplazarse como un helicóptero, en concreto como un autogiro. Nikolái Ilyich Kámov fue un ingeniero aeroespacial pionero en el diseño de autogiros y helicópteros en la Unión Soviética y desde noviembre de 1931 era jefe del equipo de diseño nº 2 del SOK TsAGI. 

A diferencia de los proyectos anteriores, la propuesta de Kámov no se basaba en utilizar carros de combate de la serie BT. Creía que las propuestas "aladas" previas requerían pistas de aterrizaje y de despegue de demasiado largas, también consideró que presentaban dimensiones excesivas y dificultades de vuelo. Kámov pensaba que la sustitución de las alas por un conjunto de aspas y hélice de sustentación y empuje era mucho más ventajosa, pues no requería pistas (lo que le permitiría aterrizar en superficies no preparadas o directamente en el campo de batalla), reducía las dimensiones del vehículo y mejoraba su trayectoria de vuelo. En verano de 1932 Kámov comenzó a diseñar un carro de combate específico para esta función que recibió la denominación Летающий Танк Вертолет - Helicóptero de tanque volador.
Vista lateral del Tanque volador de Kámov.
Fuente: Stingrayslistofrotorcraft
(https://www.sites.google.com/site/stingrayslistofrotorcraft/_/rsrc/1283809806553/kamov-flying-tank/76357534734.jpg)

La estructura principal del chasis del tanque se dividía en dos partes. Su sección inferior se concibió como una plataforma ancha y baja (3,5 m de anchura) que proporcionaba estabilidad en el aterrizaje, mientras que su parte superior se diseñó como un tronco corto y estrecho con planta aerodinámica en forma de lágrima.

El tren de rodaje lo componía un conjunto de trece rodillos con rueda tractora y rueda guía. Las cadenas estaban formadas por eslabones pequeños hechos de acero. Contaba con suspensiones de bastidores hidráulicos a base de aceite.

El armamento estaba compuesto por un conjunto de seis ametralladoras instaladas en dos torres, una situada a proa del fuselaje, la otra sobre el rotor principal (debido a su gran diámetro, permitía colocar una torreta circular con dos ametralladoras) y otras dos en sendas posiciones de disparo trasero-laterales (sincronizadas con la hélice propulsora). Desconocemos su tipo y calibre. 

El peso estimado de despegue se encontraba entre 4.000 - 5.000 kg. Para mover esa masa se pensó emplear un motor de aviación M-34 (el motor más moderno de producción nacional), que podía desarrollar una potencia de 850 hp, aunque también se planeó aumentarlo en un futuro próximo a un potencia de 1.000-1.200 hp. El motor contaba con un sistema de transmisión de potencia hacia la hélice impulsora y las orugas mediante una caja de cambios y sus correspondientes embragues.

El despegue necesitaba disponer de una superficie de 5 m, aunque los cálculos de distintos autores lo aumentaran hasta 50 m (otros autores atribuyen a 5 m la superficie necesaria para el aterrizaje). La velocidad de despegue era de 50 km/h, la de aterrizaje era de 20 km/h, la tasa de descenso vertical estimada fue de 5,9 m/s y con una carga por unidad de superficie del rotor principal del orden de 12,7 - 13 kg / m2. En el aire alcanzaba una velocidad máxima de 150 km/h y en tierra de 35 a 40 km/h.
Recreación artística del tanque autogiro de Kámov.
Fuente: secretprojects.co.uk
(https://www.secretprojects.co.uk/attachments/kamov-project-jpg.188404/)

Este motor estaba conectado a la hélice impulsora, que estaba situada en la popa del vehículo junto a un gran timón de más de 3,5 metros de altura. El rotor principal estaba situado en la parte superior de la superestructura del vehículo, utilizaba un buje ancho inventado por el propio Kámov y contaba con tres palas de 20 metros de diámetro. Estaba previsto utilizar materiales ligeros y resistentes en la fabricación de estas palas. Se consideró utilizar acero inoxidable o una aleación de aluminio en las palas y cromo-molibdeno en las tuberías. Una vez llegado a tierra, las palas se podían plegar hacia atrás para facilitar el trasporte o para entrar en combate. Esta operación debía realizarse manualmente desde el interior del vehículo.

Se estimaba que la tripulación estaba compuesta por uno-dos hombres (conductor, artillero/ comandante), aunque algunos autores incrementan la tripulación a tres miembros para manejar todo el armamento.

El blindaje alcanzaba los 5 - 8 mm. Ofrecía escasa protección pero el diseñador no podía arriesgarse a aumentarlo e incrementar el peso del vehículo.

Poco después de comenzar el proyecto, Kámov estudió la posibilidad de transformar el autogiro en un helicóptero real, mediante la transferencia total de la potencia del motor al rotor principal de elevación. Este cambio llevaba aparejado el aumento del diámetro de las palas hasta 30 m. Pero los primeros cálculos y estimaciones demostraron que estos cambios empeoraban las características del rendimiento de vuelo por lo que a finales de septiembre abandonó esta idea para regresar al diseño inicial como autogiro.

Una vez elaborado el proyecto al detalle, Kámov solicito en una carta enviada el 28 de septiembre de 1932 al Jefe Adjunto de la Fuerza Aérea del Ejército Rojo que se le asignara un conjunto de operarios y técnicos muy cualificados (dos diseñadores de la oficina de tanques, de diez a quince especialistas jóvenes o de cinco a seis personas de la Oficina Central de Diseño).

Posteriormente un informe presentado por la Sección de diseño del Sector de Diseño de Aeronaves Experimentales (KOSOS) del TsGAI se indicó que la idea del helicóptero-tanque es excelente y muy productiva y veía factible su implementación al completo. Sólo hubo un desacuerdo en materia de armamento. El ejército consideró que equiparlo solo con ametralladoras no era suficiente y que debería estar equipado con un cañón automático en la torreta superior, para poder combatir con blindados ligeros enemigos. En ese momento no había ninguno en producción, por lo que se debatió la posibilidad de adquirir alguna licencia en el extranjero. Estos debates se prolongaron y fueron a coincidir con un cambio significativo de las prioridades por parte de las autoridades.

 A pesar de la opinión favorable inicial, el proyecto de Kámov se encontró con otro escollo. Kamóv tuvo que diseñar su "tanque" desde cero y para este fin solicitó una larga lista de especialistas, como ya hemos visto. Además, tenía la intención de fabricar un pequeño autogiro de pruebas en el que ensayar la cabeza del rotor y todos estos aspectos comenzaron a complicar el proyecto.
 
Los proyectos de los tres equipos de diseño de "tanques voladores" llegaron a materializarse en modelos de madera y fueron puestos a prueba en el túnel de viento, pero finalmente, la aparición de aviones con gran capacidad de carga condujo al abandono gradual de todos los proyectos de tanques voladores que fueron cancelados a principios de 1933.
Tanque Antonov A-40
Fuente: Tanks Encyclopedia.
(https://tanks-encyclopedia.com/wp-content/uploads/2016/04/Antonov-A40-1-1200x386.jpg)

No obstante, a finales de 1941 se retomó la idea con la intención de dar apoyo a las múltiples partidas partisanas que estaban surgiendo en la retaguardia alemana. Se creó un "tanque volador", hibrido de planeador y de carro de combate ligero (T-60) con el objetivo de poder desplegar una carro de combate rápidamente en cualquier punto, ser arrastrado, aterrizar, desacoplarse del conjunto de sus alas y entrar en combate. El trabajo se realizó desde diciembre de 1941 hasta febrero de 1943. En abril de 1942 se realizaron pruebas de vuelo. Un bombardero TB-3 con motores reforzados remolcó el único prototipo. Las pruebas de vuelo demostraron la insuficiente potencia del avión de remolque. La altura y velocidad fueron muy reducidas y los motores del avión se vieron sobrecalentados (Antonov A-40). 

El proyecto no llegó a desarrollarse por las circunstancias cambiantes de las condiciones de la guerra.


Características:

Dimensiones (LWH) 7 x 3.5 x 4.3 m 
Peso total, listo para la batalla. 4 - 5 toneladas
Personal ¿2? tripulantes (no determinado) (conductor y comandante/artillero) 
Propulsión  motor  de aviación M-34, 850 HP
Velocidad máxima en tierra 35-40 km/h y en vuelo 150 km/h
Armamento 6 x am.
Blindaje 5 - 8 mm 
Construido - Fase de proyecto

Fuentes: