Toldi II LT con lanzador de cohetes antitanque 44.M Buzogányvető


 Toldi II LT con lanzador de cohetes antitanque 44.M Buzogányvető.

Lanzacohetes autopropulsado húngaro.




Recreación hipotética de 38M Toldi equipado con lanzacohetes  44.M Buzogányvető .
Fuente: Tanks rarities (el autor)

El Toldi II armado con 44.M Buzogányvető fue un vehículo experimental que sirvió como plataforma para la instalación del lanzacohetes húngaro 44.M. Ha sido considerado como el primer blindado lanzacohetes anticarro del mundo. Fue construido a finales de 1944 como una forma de optimizar el uso en combate de este arma anticarro. Se conoce la existencia de al menos un ejemplar pero la ofensiva soviética ocupó Hungría finalizando de esta manera con su posterior desarrollo.
Carro de combate ligero 38M Toldi I.
Fuente: The 38M Toldi light tank. Péter Mujzer

Las fuerzas blindadas húngaras comenzaron a gestarse en la década de los años 20. Buscado eludir las limitaciones del Tratado de Trianon, Hungría optó inicialmente por adquirir blindados ligeros de origen italiano, pero pronto se decidió, durante la década de los años 30, por diseños suecos como base para producir sus propios carros ligeros y dar comienzo de esta manera a la familia de tanques Toldi (38M Toldi I, II, IIa y III) protegidos con un blindaje de 20 mm a 35 mm y armados con cañones de 20 mm o 40 mm. Pronto se completaron con carros medios basados en diseños checos, que recibieron la denominación de Turan (40M Turan III y III). Estos contaban con una protección que iba de los 15 mm a los 50 mm y un armamento que pasaba de 40 mm a los 75 mm en las últimas versiones. Ambos modelos constituyeron la espina dorsal de las fuerzas acorazadas húngaras hasta el final de la guerra. 
Carro de combate medio 40M Turan I.
Fuente: Tanks encyclopedia
(https://imgur.com/QpB3JvJ.jpg)

Durante la Segunda Guerra Mundial Hungría participó junto a Alemania en la invasión de la Unión Soviética. Durante esta campaña los blindados húngaros pudieron hacer frente a los modelos soviéticos más antiguos y ligeros, pero la aparición de blindados medios y pesados, como el T-34 y el KV-I y II puso de manifiesto la clara inferioridad en blindaje y armamento de sus oponentes húngaros. 

Hungría carecía de medios antitanque eficaces. Para paliarlo intentaron solicitar la ayuda de sus aliados alemanes, pero estos fueron reticentes a compartir tecnología y recursos con sus socios, especialmente a medida que avanzaba el conflicto y que el curso de los acontecimientos fue siendo más adverso y las complicaciones logísticas y la carencia de recursos fueron en aumento. 

Visto este panorama, los húngaros decidieron buscar las soluciones por su cuenta y en 1942, el Instituto Húngaro de Tecnología Militar (Haditechnikai Intézetcomenzó a desarrollar varios proyectos de cohetes contra-carro. Durante 1943, las grandes pérdidas de hombres y material que estaba sufriendo el Ejército Húngaro, aceleraron el ritmo de la investigación de nuevos equipos de combate. En 1944 estos trabajos habían permitido perfeccionar dos sistemas de cohetes antitanque.

El 44M Páncélrém (Armadura) estaba destinado a combatir contra carros de combate ligeros y medios. Desarrollado a partir de concepto del Bazooka norteamericano y el Panzerschrek alemán tenía un calibre de 60 mm. Disparaba una cabeza de carga hueca que podía penetrar hasta 100 mm, con un alcance efectivo y máximo de 150 y 600 metros respectivamente.
44M Páncélrém.
Fuente: Elgrancapitan.org

(https://i.postimg.cc/j2rvJn2K/44-m.jpg)

El segundo desarrollo fue el 44M Buzogányvető (Lanzador de mazas), posteriormente fue denominado Szálasi-röppentyű (este término tiene difícil traducción Hace referencia al fundador del partido fascista húngaro "Cruz flechada", Ferenc Szálasi. Se cambió tras la ocupación alemana de Hungría, el 16 de octubre de 1944 para levantar la moral). Era un sistema lanzador de cohetes experimental que podía utilizar cabezas de carga hueca anticarro para ser empleado contra carros pesados Buzogány (Maza) o con alto explosivo contra personal y fortificaciones Zápor (Lluvia). Ambos tipos de cohetes se estabilizaban por rotación.

El 44M Buzogányvető consistió en una plataforma de lanzamiento para dos cohetes no guiados de combustible sólido insertados en paralelo en sendos tubos-guía ( 700 mm de longitud y 100 mm de diámetro) sobre una plataforma giratoria y separados entre sí de 35 a 40 cm. El armazón que los sustentaba contaba con un escudo protector de 5 mm en su costado izquierdo. El conjunto tenía un peso de 100 kg. Estaba operado por tres hombres. El artillero se situaba a la izquierda del escudo. Para apuntar utilizaba una mira sencilla de ametralladora. 

La versión contra-carro de este cohete era conocida como Buzogány (Maza). Tenía una cabeza explosiva (HEAT) de carga hueca con un diámetro de 215 mm, un peso total de 29,2 kg, de los cuales 4,2 kg eran de explosivo. Su velocidad de vuelo era de 200 km/s. Su alcance de empleo efectivo era de 500 a 1200 m y el máximo de 2000 m. Su capacidad de penetración era de 300 mm, lo que dejaba fuera de combate cualquier tanque pesado del momento.
Cabeza de carga hueca del proyectil anticarro Buzogány (Maza).
Fuente: For the record.
(http://ftr.wot-news.com/wp-content/uploads/2014/04/ht_1993-2003-hate0104-liderc_4.jpg

Durante la fase de prueba fue disparado sobre dos tanques pesados IS-2 capturados y su blindaje frontal de 120 mm fue perforado con éxito.
 
Aproximadamente se produjeron entre 600 y 700 lanzadores de cohetes en la fábrica de Weis Manfré Művek  antes del 20 de diciembre de 1944, momento en el que la planta fue ocupada por las tropas soviéticas. 

La mayoría de estos ejemplares fue empleado en los combates entorno al sitio de Budapest a finales de 1944, siendo las unidades paracaidistas húngaras, las primeras en recibirlos. Existen varios testimonios de su eficacia en combate, pero no dejó de ser una arma experimental que no tuvo tiempo de ser suficientemente testada antes de ser lanzada al combate, por lo que se también se produjeron accidentes en su empleo.
Vista de Budapest ocupado por los soviéticos con restos del armamento húngaro abandonado,
entre los que se aprecia un posible lanzador 
44M Buzogányvető.
Fuente: Twtter pubicado por 
@Nasikandar_
 08/05/2021
(https://twitter.com/Nasikandar_/status/1390872952300654592/photo/1)

Tras la ocupación soviética de Hungría, los lanzadores sobrevivientes fueron capturados y analizados por el Ejército Rojo.

Al ser un arma portátil pero difícil de manejar por su peso y sus características de empleo, se usó sobre distintos soportes. En primer lugar se empleó un trípode. Aportaba estabilidad pero era difícil de mover. 
Lanzador 44M Buzogányvető sobre trípode.
Fuente: For the record
(http://ftr.wot-news.com/wp-content/uploads/2014/04/44M-SZR-Sz%C3%A1lasi-r%C3%B6ppenty%C5%B1.jpg)

A continuación se pensó en un soporte móvil. Como se disponía de poco tiempo y el país tenía saturada su limitada capacidad productiva, el HTI optó por no diseñar ni producir una nueva plataforma y adaptó los soportes/plataformas de ametralladoras PM M910 o SG-43 Goryunov, capturadas en grandes cantidades a los soviéticos. 
Esquema de un lanzador 44M Buzogányvető sobre el carro de ruedas de una ametralladora soviética SG-43 Goryunov.
Fuente: Topwar.ru
(https://topwar.ru/uploads/posts/2012-08/1344480048_01.jpg)

Para dotarlo de mayor movilidad se instalaron sobre camiones Krupp Protze, Opel Blitz y 38M Rába Botond dispuestos en posición trasera de disparo. Se sabe que la combinación del lanzador con plataforma móvil, especialmente en el caso de su adaptación a los camiones Krupp fue muy eficaz en la destrucción de tanques y tuvo un efecto desmoralizador sobre las tropas soviéticas, ya que al ser disparado no dejaba rastro de humo, lo que le permitía actuar emboscado y cambiar de posición rápidamente cuando fuese necesario. 
Krupp Portze con lanzador 44M Buzogányvető
Fuente War Thunder Forum
(https://cdn-live.warthunder.com/uploads/74/80/6d/c147f6a50e3416c19d84d0071ce87c346a/2.0_Buzoganyveto_Krupp_Protze.jpg)

El siguiente paso fue probar su uso desde una plataforma con más movilidad y protección. En este caso los carros de combate desfasados eran la mejor alternativa. Se sabe que al menos uno fue montado en un tanque ligero 38M Toldi II.
Carro de combate ligero 38M Toldi II.
Fuente: 1999.co.jp
(https://www.1999.co.jp/itbig19/10197478t2.jpg)

En 2006, Heather E. Nilsen dio a conocer por primera vez la fotografía tomada por su abuelo Marwin Albertem entre abril y mayo de 1945 en un lugar no precisado de Baviera. Marwin Albertem había servido en el 3rd Army, 691st Tank Destroyer Battalion y por aquellas fechas, su unidad capturó un blindado desconocido hasta el momento.
Única imagen de un Todi II con lanzador 44M Buzogányvető.
Fuente: Haditechnika nº 3, 2010

La imagen que tomó nos muestra la visión trasera de un tanque ligero húngaro 38M Toldi II con una estructura desconocida. De trataba de la única fotografía y prueba de la existencia de la instalación del lanzador de cohetes antitanque 44M Buzogányvető sobre un carro de combate. 

No disponemos de referencias ni datos técnicos originales ya se han perdido durante la guerra y/o con la ocupación soviética, por lo que sólo podemos aproximarnos a sus características.

Hay que destacar la labor de Ádám Biró, modelista e historiador húngaro, que ha recreado experimentalmente parte de las capacidades de este vehículo mediante maquetas a escala.

Podemos afirmar que se trata de un carro de combate húngaro 38M Toldi II. La vista trasera del casco y las cadenas de tracción correspondes a este vehículo. La ausencia de la características antena de radio circular del Toldi I lo identifica como Toldi II.

Otro dato que confirma esta afirmación es el hecho de que en fotografías de alta resolución se puede apreciar una matrícula terminada en ...89. las únicas numeraciones posibles en un tanque Toldi son H-389 y H-488, pues las otras posibles cifras se atribuyeron a las matrículas de otros tipos de vehículos. los Toldi II recibieron la numeración de H-381 a H-422 en los ejemplares fabricados por Mavag y de H-424 a H-490 en los fabricados por Ganz. Sabemos que el Toldi II H-489 fue reconvertido en Toldi IIA en 1944, luego por eliminación correspondería al Toldi II H-389 de Mavag.

Como arriba indicamos, la familia de carros de combate Toldi junto con los Turan fueron la espina dorsal de las fuerzas acorazadas húngaras durante la Segunda Guerra Mundial. El proyecto comenzó en 1938, cuando Hungría comenzó a fabricar bajo licencia una versión modificada del tanque sueco Landsverk L-60B. El 38M Toldi II o Toldi B20, fue una versión mejorada aunque muy similar en prestaciones al precedente Todi I, se fabricó entre 1941 y 1942. Básicamente mantenía buena parte de sus características, pero en esta versión había sido fabricado con componentes mayoritariamente nacionales. Mantenía el armamento principal, un rifle anticarro Solothurn de 20 mm y una ametralladora de 8 mm 38M Gebauer. En materia de protección sufrió un ligero incremento pasando a disponer 30 mm de blindaje frontal en el chasis y en la torreta, lo que incrementó se peso a 9,3 toneladas (aquí las fuentes no son unánimes y algunas le atribuyen 8,5 toneladas). Su motor era un Büssing NAG V8 de 155HP que le permitía de desarrollar una velocidad máxima de 50 km/h y una autonomía de 220 km.

Fue un carro de combate con buena movilidad y maniobrabilidad, pero con reducida protección y armamento, lo que hizo que para 1942 estuviese claramente desfasado. Fue destinado a labores de exploración o tareas secundarias apartado de los combates principales especialmente en 1944.

Del análisis visual de la imagen se desprenden una serie de características.

El armamento principal de la torreta (el rifle anticarro de 20 mm y la ametralladora de 8 mm ) fue retirado. Posiblemente fueron sustituidos por los elementos de puntería y dirección de la plataforma lanzacohetes.

La caja de herramientas situada en la parte trasera de la torreta, también fue eliminada. Posiblemente para facilitar la instalación y posterior movimiento de dicha plataforma.
Esquema de torre con conexión a lanzadera de cohetes.
Fuente: Haditechnika nº 3, 2010


A diferencia de otros carros de combate contemporáneos armados con cohetes que emplearon la torreta del vehículo para instalar los cohetes (p. e. RBT-5), los técnicos húngaros optaron por la parte trasera para ubicar la plataforma de lanzamiento. Además tenía el inconveniente de estar instalada sobre la cubierta del motor que tenía que estar abierta para aportar una base horizontal sobre la que nivelar el 44M en el momento del disparo.

La tripulación del blindado y los servidores del lanzador, coincide en tres miembros. Por lo tanto hemos de suponer que en este caso, la dotación estuvo compuesta por conductor más comandante y artillero ubicados en la torre. 
Esquema de Toldi II con instalación de lanzacohetes 44M Buzogányvető
Fuente: Haditechnika nº 3, 2010

Las medidas de este vehículo no variaron respecto al Toldi II estándar. Podemos suponer que se trató de una conversión de campo que afectó al menor número de aspectos posibles aunque pudo alterar su peso. La eliminación de las armas de abordo y su munición pueden aproximarse a 370 kg y la instalación de la lanzadera 44M puede incrementar en 100 kg el peso. Desconocemos el número de cohetes que podía cargar, pero su peso y longitud (29,2 kg y 1 m) nos hace suponer que fuese muy reducido y que necesitaría de un vehículo auxiliar para su municionamiento, por lo que nos lleva a suponer que el peso final se vería reducido en cerca de 200 kg, o que afectaría ligeramente a su mejor movilidad y velocidad.

Continuando con el análisis visual se aprecia una plataforma de lanzamiento con diferencias respecto al lanzador 44M con base en tierra. Sendos cohetes están sujetos por guías superiores. Según los esquemas de Ádám Biró, estas guías posiblemente también contendría los sistemas de ignición. Ambos proyectiles estarían separados por 110 cm y enmarcados por una estructura de listones reforzados de 160 cm de anchura por cerca de 1 m de profundidad.
Distintas vistas y medidas de lanzadera.
Fuente: Haditechnika nº 3, 2010

Desconocemos cuales eran los mecanismos de puntería y disparo. Se cree que el segmento que conecta un brazo en el techo de la torre con la parte superior de la plataforma lanzadora servía para sincronizar la rotación de la torre con el lanzador a la par que dirigía su ángulo de elevación y permitía el disparo desde el interior de la torre. Otras teorías suponen que la elevación sería fija conforme a unas distancias previamente calculadas o se fijaría manualmente tras cada disparo. El citado Ádám Biró, experimentó con un modelo reconstruido a escala y llegó a la conclusión que el 44M podía operar con un ángulo vertical que iba de los 0º Los +25º, pero en la práctica se reducía a mínimo de +5º y aproximadamente un máximo de +8º en fuego frontal, pues de otra manera los proyectiles podrían alcanzar a la torre o con más probabilidad, el calor emitido por el alzamiento del cohete podría dañar la parte trasera del vehículo. Su recarga solo podía realizarse desde el exterior, lo que exponía a la tripulación en cada operación.
Vista superior de torre y lanzadrea.
Fuente: Haditechnika nº 3, 2010

Biró también calculó el ángulo de giro horizontal, que estaba limitado por la longitud del segmento que conectaba la torre con el lanzador, a 45º a cada lado.

Estos datos hacen suponer que este blindado no podría disparar de forma directa encarado hacia su objetivo, sino que debería hacerlo parcialmente girado desde uno o otro de sus costados.
 
En conclusión, el Toldi II rearmado con el lanzador de cohetes fue un vehículo experimental Su desarrollo estuvo limitado por la premura de los acontecimientos bélicos. Las modificaciones añadidas permitieron potenciar el armamento a un modelo claramente desfasado y, a su vez, le aportaba una plataforma todo terreno a este lanzador de cohetes anticarro. Aportaba un arma eficaz pero una adaptación improvisada necesitada de un desarrollo posterior que terminó con la inmediata ocupación soviética de Hungría. 
La falta de documentación técnica original, además de las incógnitas que despierta el hecho de haber sido encontrado en Alemania hace que el desarrollo de este blindado y los detalles de su vida operativa sean casi totalmente desconocidos.
Recreación hipotética de 40M Nimród equipado con lanzacohetes  44.M Buzogányvető .
Fuente: Tanks rarities (el autor)

Pero, parece que este no fue el único intento de instalar el lanzador 44M sobre un carro de combate. La revista húngara Haditechnika, nº 2. (1987) revela otro intento por instalar el lanzacohetes 44M Buzogányvető sobre el chasis de un cañón antiaéreo autopropulsado 40M Nimród

Representaciones del montaje de cohetes Buzogány sobre el chasis de Nimród.
Fuente: Haditechnika , nº 2. (1987)

La revista recoge el testimonio de Belá Toronyi, un mecánico de las instalaciones donde se modificaron 2 o 3 chasis de Nimród que habían resultados dañados en combate. Se retiró la torre y el armamento superior y se añadió experimentalmente una estructura de lanzamiento para cohetes Buzogány. El amplio espacio interior resultante le permitió transportar de 15 a 20 proyectiles. Fueron empleados en combate, pero ninguno logró sobrevivir. El testimonio de Toronyi es la única referencia a su existencia, no han llegado a nosotros ninguna otra documentación. 

Esta aportación pretende mostrar una pequeña parte de los desarrollos húngaros en materia de cohetes realizados por este país a final de la guerra. Los tipos de proyectiles fueron variados pero se caracterizaron por llegar demasiado tarde al conflicto como para tener un efecto significativo en él. Sirva como muestra el lanzacohetes 44.M Buzogányvető, fue un arma experimental pero eficaz. Hungría fue el tercer país en desarrollar un cohete anticarro propio y este modelo fue el mayor cohete anticarro pesado operativo del conflicto. 

Las lagunas siguen siendo muchas, por lo que les agradeceré cualquier ampliación o corrección. 




Fuentes:

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